21 julio 2006
¡Por fin!
Tras una semana de incertidumbre y sufrimiento, por fin el pesquero de Santa Pola ha llegado al puerto maltés y los 48 inmigrantes que quedaban a bordo, han desembarcado. De estos 43 viajarán a España, que se hará cargo de 18.
Aquel viernes 7 de julio un pesquero decidió recoger del mar a unos inmigrantes que viajaban a la deriva en un cayuco. En ese momento no pensaron que ese acto tuviera tantas consecuencias.
Desde Santa Pola, Pepi Irles, mujer del Patrón mayor del barco, José Durá, ha asegurado que durante estos días no estaba preocupada porque sabía que su marido y la tripulación estaban bien. No se puede decir lo mismo del estado en el que el barco encontró a los inmigrantes.
A pesar de que la decisión de subir al barco a los inmigrantes fue del patrón, Irles quiere destacar que todos los tripulantes han realizado una labor importante y han apoyado plenamente a su marido. Nadie le ha reprochado el no poder salir a faenar por la decisión de recoger a estas personas de la mar. Incluso todas las noches dos pescadores hacen guardia por si los extranjeros necesitan algo.
Aunque es una labor humanitaria parece que esta situación sea un ejemplo para que ningún barco vuelva a recoger a inmigrantes que se encuentren en el mar.
Al pesquero de Santa Pola aún le quedan muchos días para volver a casa a finales de agosto. Pero seguro que esta aventura quedará en la memoria de estas 10 personas que no dudaron en ayudar a los más necesitados. Una labor que será reconocida con la medalla de oro, premio que otorga la Cruz Roja, y además son candidatos al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2006. Pero el mejor premio es el agradecimiento de los inmigrantes.
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